Y, de repente, un fuerte olor a casa
como ese que te impregna al volver de vacaciones en Septiembre,
como a café recien hecho, hirbiendo en tu taza favorita
como a esas noches de manta y tele.
Si, olía justo así...como si fueras tu el que ha sido siempre.
Y entonces desperté... ya no olía a casa y los fantasmas que hay debajo de mi cama luchaban por salir a pasear.

No hay comentarios:
Publicar un comentario