Ira, tristeza y desesperacion. Si en ese momento hubiera tenido que definirse en 3 palabras seguramente hubiese utilizado esas.

Nunca habia sabido por qué, pero en determinados instantes (normalmente los menos apropiados) se le envenenaba el alma. Hacia tiempo que no le pasaba, tanto que ya no recordaba como reaccionar ante esta situacion.
Asi que hizo lo unico que penso que podia hacerla dispersarse, cogio el telefono. Cuando colgó se dio cuenta que ya no existia ira y quiza solo un atisbo de desesperacion, pero desafortunadamente la tristeza ya tenia mas espacio por donde caminar a sus anchas. Lastima, se le olvido que su interior funcionaba asi.

Se asomo a la ventana, quiza por puro instinto, ese sentimiento le era realmente familiar. Cuando se sintió perdida miro habia arriba, buscando, pero no habia luna; luego miro hacia abajo, esperando cruzarse la mirada con algun tipo de felino o, simplemente, con algun rastro de vida, cualquier ser sobre el que pudiera imaginar una mirada entrañable. Nada.

No le quedo mas opcion que mirar hacia delante, donde solo pudo reconocer un festival de edificios y luces. Se concentro en el horizonte, que por la hora que marcaba el reloj no era mas que una gran mancha negra que lo cubria todo. Sin saber como, empezaron a desaparecer los edificios, las luces, incluso cualquier sonido ajeno a su interior. Solo existia ella, su cigarro y esa gran mancha que todo lo cubria. Por un segundo noto como, quiza por mero instinto camaleonico, la oscuridad la invadia y tal y como ella acostumbraba a hacer, se dejó llevar.

Fue entonces, con los ojos fijos en el horizonte y el alma en los pies, cuando la sorprendio un destello. No se explicaba de donde provenia, seguramente existiria alguna explicacion logica pero tampoco le importo demasiado, lo importante es que aquella luz que provenia de lo que parecia una montaña lejana la habia hecho volver a la realidad, como un antidoto. Miró el reloj, medianoche...

Sonrió, sabia que la proxima vez que se asomara a su ventana ya no buscaria lunas, ni felinos, sino simplemente destellos...