No se escribir alegre. Al parecer mi musa es la tristeza. Pero no ese tipo de tristeza nómada y fugaz, sino esa melancólica, corrosiva, que sabe a abismo y frustración. Esa que se te mete dentro y se queda a vivir
contigo.
Con el paso de los años me he dado cuenta de que sólo soy
capaz de escribir cuando estoy en ese estado, que la inspiración me desborda
repentinamente a altas horas de la madrugada, cuando la noche huele a pérdida y
el fantasma de tu ausencia vuelve, satisfecho, para no dejarme dormir..
Quizá por eso mi regreso a las letras siempre tiene un sabor agridulce pero, en realidad, tenía ganas de volver a escribir, esto estaba muy parado. Por desgracia, he vuelto.
Quizá por eso mi regreso a las letras siempre tiene un sabor agridulce pero, en realidad, tenía ganas de volver a escribir, esto estaba muy parado. Por desgracia, he vuelto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario